viernes, 24 de junio de 2011

El mundo interior

 Son tantas las cosas que nos quedan por vivir que no sé si estoy segura de querer vivirlas todas. Y si me hubieran dicho lo difícil que era la vida tal vez prefiriera encerrarme en mí misma en vez de ser como soy. Nunca me comportaría como en estos momentos. Sería más cerrada, más intimista, más antisocial. Y no necesitaría relacionarme con nadie, claro que no, porque yo soy todo lo que necesito para lograr lo que deseo. No quiero ser famosa, ni siquiera es el dinero lo que me mueve a vivir, sino el hacer lo que de verdad quiero. Entrar en un quirófano acompañada del dolor que recorre la muerte del paciente y salir de él con la gloria de la vida recién salvada. Eso vale más que todo el dinero del mundo, y mucho más que toda la fama que pueda lograr. Y sé que es difícil de lograr, que es demasiado esfuerzo para mí. Pero, ¿alguna vez alguien se ha parado a pensar que eso es lo único que me da la vida? ¿que voy a esforzarme todo lo que haga falta y recurriré a lo que sea con tal de lograrlo? Es mi única meta en la vida, poder morir sabiendo que he salvado otras vidas que merecían vivir.

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