Echar sal a mis heridas

Cada día tiro la toalla, cada día me abandono un poco más. Todos me dicen que no es así como quiero acabar, yo muero por dentro mientras brillo cada vez un poco menos.

Soy el centro de la habitación y me estoy consumiendo, la luz que me ilumina me está robando la vida, la noche me besa y me deja ese aliento de muerte cuando lo hace. Y, ¿qué me queda por hacer? ¿qué es lo que debo hacer ahora? Busco consuelo donde jamás lo podré encontrar, busco amor donde solo hay odio y busco amistad en las personas que probablemente más daño me harán. Busco ayuda donde me darán más problemas, donde más me harán sufrir. Y todo acabará pasando, todo es temporal, después de la tormenta viene la calma. Lo superaré, cariño, claro que lo superaré.

Pero en estos momentos solo deseo morir.

Sueños grandiosos

Cuando entraste en la habitación, hiciste que mis ojos comenzaran a arder de pasión. El frescor de la muerte está en ti, tan metido como un cáncer. Tenías un estilo punk-rock, yo crecí oyendo hip-hop, y sin embargo encajabas conmigo mejor que mi sudadera favorita. Y sé que nuestro amor es inadecuado, que nos va a herir ¡pero aún recuerdo el primer día que mis labios rozaron los tuyos con la promesa de un para siempre!
Te amaré hasta el final de los tiempos, te esperaría durante un millón de años. Prométeme que recordarás que eres mío, ¿o no ves a través de las lágrimas? Te quiero más que todas esas putas con las que has estado antes, dime que al menos recordarás eso...

We were born to die

Éramos perfectos y teníamos todo lo que queríamos. Nuestra vida era una locura tras otra pero creíamos que podríamos vivir eternamente así. Me venías a buscar cada viernes por la noche y me despedías cada domingo entre besos y abrazos. Me amabas los fines de semana y me traicionabas el resto de los días. Yo era tu droga, la que te anulaba los sentidos pero te hacía sentir más vivo que ninguna. Era la que te pedía un poco más, la que te decía que te quedaras para siempre a mi lado y la que te prefería ante todas las cosas. La que te incitaba a hacer las locuras más absurdas. Y fuiste tú el que una noche acabó con su propia droga, acabando con su único amor.

Sometimes love is not enough...

I don't need you but I need your love.

¿Dónde quedó todo el amor que me ibas a dar? ¿Y la vida que ibas a pasar a mi lado? Ya no quiero más historias, ni más cuentos, porque estoy cansada de tanta decepción y sufrimiento. Quiero sentarme en frente tuya y decirte que ya no siento nada más que un dolor que me corroe el alma, el que tú has ido metiendo día tras día en mi cuerpo. Y comernos a besos mientras nos destrozamos la vida. Y no sé si quiero seguir matándome por tu amor o comenzar a lamentarme por tu pérdida. Quiero estar contigo y sentir que te odio tanto como te amo, pero no quiero sufrir al respirar el mismo aire que tú respiras. Eres como la rosa llena de espinas que nunca querré soltar, aunque me duela, aunque me muera, no me soltaré de ti. 

Aunque quiera separarme, sé que siempre seré tuya. Estábamos destinados a esto.

Love, sex, american express

Son sudor y lágrimas en el primer asalto, el terror a lo desconocido, el temor al ser dañado. Es el roce de tu piel el que hace que se me acelere el pulso, que tiemble y me ponga tan nerviosa. Eres tú el único que provoca esa sensación en mí, esa inquietud antes de devorarme por completo. Es un llanto antes de comenzar la batalla, cuerpo contra cuerpo, alma contra alma. Fundirme en tu pecho y ganarme las alas. Sentir tus labios salpicando mis sentidos, recorriendo cada parte de mi cuerpo. Cada vez más vacía y a la vez más llena, con tus manos rodeándome y con tus labios susurrándome que me amas y que me quieres hacer tuya y yo me muero si me dices que esta noche me lo harías con locura. Que quiero alcanzar la luna sin moverme de la cama, sin dejar de sentir la presión de tu cuerpo contra el mío, moviéndose suavemente al compás de una música insonora. Que sea más que un beso lo que quieras compartir conmigo. Que lo quieras compartir absolutamente todo.

Musique

Ellas me rompen el corazón.
Ellas dominan mis sentidos.
Son las dueñas de mi perdición.
Y las que me muestran el camino.
Es como esa necesidad de tocar el cielo
Cuando me dan las alas para volar
Puedo sentirlas a todas siempre dentro
Nada más empezar a tocar.

¿Hola?

Igual no te has fijado nunca en mí, pero soy la que sonríe cuando te ve pasar. Cuando tiembla con el roce de tu piel en un choque por casualidad. La que llora por tu ausencia y muere si te vas. Una pobre alma perdida que resucita solo por volverte a ver, que se alimenta del aire que ambos respiramos, del odio que me consume, del dolor que me hiere profundamente y me lamento poco a poco de no poder hacer nada por quererte un poco menos, por no ser capaz de levantarme sin pensar en ti. Lo siento, soy imperfecta, pero vivo por ti.

In the end

Desde la ventana se podía ver al sol desaparecer tras la colina, a los pájaros volando hacia sus nidos y a la gente apresurándose para llegar a sus casas con sus familias. Con los últimos rayos de sol sentí que mi vida se desvanecía una vez más… Eché una vaga mirada hacia en el desván que me servía de cuarto. Todo estaba tan desordenado y oscuro como siempre, pero a mí me gustaba así. No es que me encantara vivir en medio de un desorden, es simplemente que no tenía el tiempo suficiente como para pararme a ordenar cada esquina de ese asqueroso desván.

Lo bueno que tenía ese cuarto era que una parte del techo era de cristal, y me permitía tumbarme todas las noches y observar las infinitas estrellas, que me estremecían de lo pequeña que me hacían sentir. Las personas somos seres destinados al fracaso, a la desgracia. Somos inseguros, angustiados, malos. Todos hemos sido malos con alguien alguna vez en nuestra vida, aunque pensemos que no. En algún momento hemos hecho sufrir a alguien, lo hemos humillado, lo hemos hecho llorar. Y por eso siempre estaremos destinados al dolor y a la muerte, ese será nuestro castigo.

Cuando miro las estrellas pienso en toda esa gente que sufre por sobrevivir. Todos esos que se alimentan de la caridad de una sociedad más y más agarrada, los que viven debajo de puentes, se tapan con cartones y llegan a hacer locuras con tal de vivir un día más. Y luego nosotros nos quejamos de que nuestra vida es un asco, un sufrimiento. Sí, pero al menos tenemos un techo que nos cubra mientras nos quejamos.

Bueno, no es que yo pretenda quejarme de la vida que llevo, porque realmente no es una vida de la que uno se pueda quejar. Pero es algo más, como un dolor existencial que está ahí y no se marcha, que siempre me persigue y está conmigo para siempre. Y supongo que es eso lo que me hace sufrir, el saber que el dolor me acompañará siempre, vaya a donde vaya, y que puedo intentar ignorarlo, pero no me libraré de esta carga con la que arrastraré hasta el fin de mis días…

JÁ

No soy perfecta ni nunca lo fui. Tengo más defectos que virtudes y eso es algo que no cambiará con el tiempo. Mucha gente cree que debo ser una de las peores personas de este mundo.

Soy imperfecta, pero nunca os habéis parado a intentar conocerme. No tengo muchas cualidades pero sí las suficientes como para tratar a una persona como se merece. Si esa persona vale la pena, sabré escucharla, entenderla, apoyarla, abrazarla, quererla, y permitiré que sea lo que quiera ser en mi vida. Y si esa persona no merece la pena, pues lo siento por ella, porque soy una irrespetuosa. Si no me respetan, yo no me voy a molestar en respetar. Y vale, no es ser la persona más correcta del mundo, tampoco yo soy una joya de persona y se me puede fastidiar por cualquier lado. Tengo pocos amigos y por algo será, poca gente que me quiera y eso dice mucho de mi forma de ser... Pero os aseguro que ninguna de las personas con las que estoy a menudo, a las que quiero y ayudo en todo lo que sea, pueden decir que soy una mala persona, una egoísta ni nada por el estilo.

Y más vale eso que tener un montón de amigos que tampoco te tienen mucha consideración, que te quieren por conveniencia y que se olvidan de ti al cabo de unos días. Más vale pájaro en mano que ciento volando, ¿no? Pues que os den a los que tanto me criticáis.

Uno recoge lo que siembra

En lo alto de la colina yo me paro a pensar.
Es tiempo, son cenizas que van a parar al mar.
Y, ¿dónde queda el recuerdo lejano del amor que él me dio?
 Después de una noche de desenfreno todo se escindió.
¿Dónde queda el orgullo y el no mirar atrás?
Solo fue una semilla que nunca llegó a brotar.
¿Dónde está el deseo y la pasión?
Todo ha sido devorado por la traición.
¿Y cuándo me decía que no amaba a nadie más que a mí?
Todo se fue y me dejaste sola sin ti.
Ahora sé, mientras escribo esto, con dolor.
Que este llanto que me come por dentro es producto de su amor

Más frío que el hielo, más ardiente que el deseo

¿Alguna vez has sentido que la vida era tu peor pesadilla? ¿Que cada día es un paso inútil hacia la traidora muerte? ¿Que hagas lo que hagas, tu vida estará llena de sufrimiento hasta que decidas caer al suelo, derrotada, dolida, triste?

A veces necesito pararme a pensar en las cosas, sentarme en una esquina y ver el pasado volar a través de mis ojos. Analizo mi comportamiento, las cosas que hago y por qué las hago. Y me doy cuenta de que estoy vacía, de que a veces no siento nada. De que debería sentirme arrepentida, culpable, con remordimientos, pero es todo lo contrario. Y si eso me hace convertirme en una mala persona, lo soy. Ciertamente soy de lo peor, realmente no te merezco, pero no puedo mentirte, no puedo engañarnos.

Pero aunque no sienta lo que debería sentir, me recorre las entrañas una especie de impotencia, de desgana. Cuando pienso en ello, sentada en mi esquina, no sé si llorar o reír. No sé si decirte que te quiero o decirte que esto no tiene sentido. No sé si quiero vivir o quiero morir. No sé qué quiero hacer con mi vida, a veces ni siquiera sé quién soy. Y lo que siento es un vacío existencial, hago cosas por hacer, no me paro a pensarlas. Ni sé por qué las hago.

Supongo que será una mala racha, que todo pasará. Supongo que te volveré a querer como antes, que lo otro solo es pasajero. Que solo son paranoias mías.

Quiero pensar eso, no quiero perder, no quiero alejarme de la luz aunque quiera quedarme en la oscuridad.