viernes, 30 de septiembre de 2011

Quiero un día igual.

 Débora, Deby, Debo, Chevrolet, Chevro... Tengo algo que contarte. Y eso que te quiero contar es que desde que entraste en mi vida, nunca más te has ido, y sé que no te irás porque no te voy a dejar marchar. Hay amistades que vienen y van, pero sé que la nuestra es para siempre. Me apoyaste siempre que lo necesité y nunca me pediste nada a cambio. Estuviste a mi lado cuando pasaron las cosas más importantes para mí, me consolaste en los momentos malos y te reíste en los momentos felices, y quiero recompensarte todo eso que haces por mí casa día y que no te suelo agradecer. Eres mi novia, mi amante, mi mejor amiga, lo eres todo en mi vida. Sé que ahora nos vemos menos, que estamos en diferentes institutos y que estamos un poco separadas, pero es que cada vez que nos volvemos a ver me dan ganas de abrazarte y no soltarte nunca más porque no te imaginas lo que te echo de menos, lo que echo de menos estar contigo en clase, picarnos, pegarnos jugando al plis, hablar de la vida... Y quiero que lleguen pronto las vacaciones para estar contigo, para pasar otro día como aquel 6 de diciembre que me quedé a comer en tu casa y luego fuimos a Vigo. Quiero volver a perderme mientras buscamos la  bolera, y cenar en el macdonalds y que nos venga a buscar tu hermano. Quiero guardar estos recuerdos para siempre en mi corazón, porque son los que me alegran el día. Te quiero muchísimo, mejor amiga del alma.











Averno

 Un lugar de difícil acceso, pues para entrar hace falta una vida completamente desdichada, llevada al pecado eterno y a la insatisfacción. La otra condición es abandonar tu cuerpo, mientras que tu mente y tu alma se unen para siempre. Ante ti se abrirá un agujero en la Tierra y será hermoso, con todos los placeres que siempre has deseado. Saltarás al vacío, tentado por la belleza del lugar, y te encontrarás con un lugar donde habitan los seres más monstruosos que han habitado en todo el universo. Tus ojos no darán crédito a lo que ven, y tu mente se saturará. Es un lugar tenebroso, oscuro, ardiente; y te darás cuenta al instante de dónde estás. Querrás salir, llorarás y rogarás, pero las puertas del Paraíso ya se habrán cerrado para ti. Nada te salvará. Y entre las llamas saldré yo para condenarte eternamente. Yo soy Lucifer, y me convertiré en tu infierno.

Perdición.

 A veces siento que me hundo en este vaso de cristal. Aquí dentro cuesta mucho respirar, tanto que siento como el oxígeno se escapa de mi cuerpo lentamente, abandonándome en esta masa de agua que parece no tener salida. Pero entonces, cuando estoy casi sumergida en los brazos de la muerte, llega él y me inyecta su oxígeno en mis pulmones, haciéndome revivir una vez más. Me siento viva de nuevo, pero solitaria porque él vuelve a desaparecer. Cada segundo de mi vida es así, necesito que alguien venga y me salve de una muerte cercana que me acecha a cada momento. Soy una yonki de su aire, adicta a su droga. Intento no ser así, intento vivir por mí misma e intentar respirar de nuevo, pero ya no recuerdo cómo se hace. Y me duele tanto depender de él que vuelvo a morir, y vuelvo a resucitar. Intento dejar este cuerpo y él no me deja. No me quiere viva, pero tampoco me quiere muerta. Quiere que dependa completamente de él.
Pero, de repente, yo por fin abro los ojos y veo un día claro. Me siento pequeña y mojada en este vaso de cristal, pero por una vez no noto que me hundo, si no que soy lo suficientemente capaz de nadar hacia la superficie y ver el mundo desde otra perspectiva. Y eso es lo que hago, nado con todas mis fuerzas y me impulso hasta la superficie, desde donde observo las cosas a mi alrededor. Puedo salir de ese vaso, puedo vestirme elegantemente y maquillar ese pasado. Porque ahora me doy cuenta de que puedo sonreír a la vida y alegrarme de no depender nunca más de nadie que me haga respirar.

martes, 20 de septiembre de 2011

Allí estaba, haciendo daño.

 Recordando lo que ya había pasado, ideando un futuro inexistente, inventando una vida mejor. Mi rencor, tu cobardía, mi temor, tu prepotencia. Éramos dos y estábamos hechos el uno para el otro. Hechos para destruírnos, y eso nos gustaba. Nos gustaba porque ya nos habíamos acostumbrado a pelear, a morir por dentro, a llorar, a amar tanto que nos doliera todo solo de pensarlo. Y no sé si era amor o un castigo divino. ¿Querer o odiar? Hoy todavía no sé qué era lo que nosotros teníamos. Solo sé que te encantaba la manera en la que tú me mentías, y a mi me encantaba la manera en la que yo lloraba. Pero sobre todo me encantaba la manera en la que yo me vengaba y tú caías rendido a mis pies. Hoy todavía no he llegado a comprender si mi venganza se ha completado del todo. Es una duda que siempre permanecerá en mi corazón. Pero ahora no puedo hacer nada para averiguarlo, solo esperar a que algún día me eches en cara todo el dolor que te he causado, y así sabrás todo lo que he aguantado a lo largo de tantos meses, todo lo que no voy a volver a aguantar, todo lo que lloré y luché por ti. Solo así te darás cuenta de que he crecido y de que soy más fuerte. Ahora yo soy la cruel, y tú solo eres una persona más de la multitud que puedo llegar a despreciar. Te quise, pero ni te quiero ni te querré nunca más. Nuestra historia acabó hace tiempo, lo sé, nunca he tenido el valor de afrontar la realidad... hasta hoy.

                                                                                                                 4 de mayo de 2011

sábado, 17 de septiembre de 2011

Cada uno tiene su ídolo, este es el mío.


Richard Z. Kruspe (ex Berstein) (n. 24 de junio de 1967) es un guitarrista de la banda de Industrial Metal alemana Rammstein, anteriormente incursionó en el crossover.
Nació en Wittenburg, Alemania Oriental, y vivió allí con sus padres y sus tres hermanos. Cuando era adolescente, Richard practicó boxeo. Es cocinero de profesión. En 1989 escapó de Alemania Oriental a través de la frontera entre Austria y Hungría. Eventualmente llegó a Berlín Occidental, donde participó en otros proyectos con algunos integrantes de Rammstein, y comenzó la banda Orgasm Death Gimmicks en 1993. La Z. de su nombre es una abreviatura de su segundo nombre, Zven.
Una de sus épocas más duras fue la separación de Alemania ya que él ha sido el único componente de Rammstein que se atrevió a cruzar el muro aún sabiendo las posibles consecuencias.
Su aspecto físico es pecualiar debido a su pelo castaño (pero que cambia a menudo de color) y unos grandes ojos de color azul que destacan sobre sus otros rasgos faciales. Su complexión física es atlética y, junto con su 1.80 m, hacen de Richard un hombre que llama la atención del género femenino.
Se casó el 29 de octubre de 1999 con la actriz y modelo Caron Bernstein (y adoptó su apellido). Richard conoció a Caron en Nueva York y una semana después le pidió que se casaran.
Tiene una hija llamada Khira Li Lindemann con la ex-esposa del miembro de la banda Rammstein, Till Lindemann, la cual actúa en la canción Tier del DVD Live aus Berlin.
Richard se divorció de Caron Bernstein en julio de 2004, y cambió su nombre nuevamente a Kruspe. Esto se dijo en una famosa revista británica. Y además se puede comprobar como en los créditos del single Benzin aparece sin el apellido Bernstein.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Tomar el desafío ya es en sí un gran éxito

 Yo de mayor, lo tengo claro: quiero ser vividora. Quiero no parar quieta en un sitio, quiero viajar de un lado para otro, recorrerme medio mundo, ¡o mejor! ¡El mundo entero! Quiero conocer lugares hermosos, enamorarme de paisajes y no cansarme jamás de andar. Quiero visitar Japón, Alemania, Italia, Estados Unidos, Irlanda, Francia, Andorra, Canadá, Rusia... Y nunca parar de sorprenderme, porque la vida te da cosas maravillosas como el simple paisaje que vemos cuando asomamos la cabeza fuera de la ventana. Porque sí, fuera de esa ventana hay un mundo que está deseando ser vivido por cada uno de nosotros, y yo estoy dispuesta a cumplir su deseo.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

''Solo entiendo la vida si es contigo''

Antes, cuando una persona me decía que estaba enamorada, no le creía. Pensaba que el amor no existía, que era un invento creado por unos ilusos que creían que la gente podría cambiar gracias a los sentimientos. Anteriormente, la gente que decía sentir eso me daba la risa. Pero eso era antes de conocerte a ti, la luz que guió mi vida durante estos 30 días que hemos pasado juntos. ¿Y qué si hace poco que nos conocemos? Nos basta para querernos, para ser lo que verdaderamente queremos ser. Y yo hoy solo quiero ser contigo. Quiero poder volver a tirarme por el césped y que tú estés a mi lado abrazándome, dándome todo tu calor, haciéndome sentir la mujer más feliz del mundo. Porque no puedo evitar serlo, no puedo dejar de sonreír cada vez que pienso en todo lo que hemos pasado en tan poco tiempo. Y me parece verdaderamente increíble. Me parece increíble porque jamás pensé que me fuera a enamorar de alguien en tan poco tiempo, y que me pasarían tantas cosas a tu lado. Que ya has visto mi cara más oculta, y no te importó convivir con ella. No te importa convivir con todos mis defectos, por muchos que sean, y por eso me gustas tanto. Porque me gusta abrazarte, me gusta estar contigo, me gusta besarte, me gusta estar en silencio a tu lado, me gusta observarte, me gusta llorar contigo, me gusta reír porque me haces feliz, me gustas tú, y sobre todo me gusta y me encanta que te guste yo. Y quiero vivir todos los momentos posibles a tu lado. Quiero abrazarte en invierno y quitarte el frío, quiero pisar la nieve por segunda vez a tu lado, quiero asfixiarme de calor e ir a la playa, quiero pelearme contigo si la reconciliación es un solo beso tuyo. Quiero todo de ti, porque tú lo eres todo para mí. Ocupas por completo mi mente, desde la primera hora de la mañana eres lo primero en lo que pienso, y también lo último que se me pasa por la cabeza antes de quedarme dormida. Eres como el aire que respiro, me duele cada segundo que no te veo y quiero gritarle al mundo entero lo feliz que estoy porque estás en mi vida, lo enamorada que estoy de ti. Quiero que se rían de mí por esa sonrisa estúpida que pongo cuando pienso en ti, porque no lo puedo evitar, es un acto reflejo. Te quiero mucho, Rubén, me da igual que ahora vayan a empezar las clases, me importa un bledo que a partir de ahora te vaya a ver menos, porque en el fondo sé que cada vez que te vea después de días estudiando, solo podré ir corriendo a junto tuya y saltar en tus brazos, que es lo que siempre quiero hacer cuando te veo. No podría decirte todo esto a la cara jamás, por muy lanzada que sea, me cuesta expresar mis sentimientos y además si son de este tipo. Pero no hace falta decir con palabras todo lo que una mirada puede decir, y mi mirada dice que te quiero más que a nadie. 14 de agosto de 2011 ºº

martes, 13 de septiembre de 2011

Autodestrucción en 3, 2, 1...

 Me sentía mal por dentro... Comer tanto, a quien se le ocurre. Se me empezaría a hinchar la barriga, las piernas se me volverían carnosas y me saldrían puntos blancos de grasa. Mis pómulos se volverían asquerosamente gordos y empezaría a subir de peso de nuevo, hasta alcanzar los 100 kg y no reconocerme a mí misma. No podía seguir así, por supuesto que no. Pero es que no era capaz de comer, era algo que superaba toda mi fuerza de voluntad. Aunque... empecé a pensar y llegué a la conclusión de que tal vez no hiciera falta dejar de comer para volver a adelgazar y perder esos estúpidos kg que atentaban a su barriga continuamente. Me acerqué lentamente al cuarto de baño, ¿esto es a lo que quería llegar? ¿Tan bajo iba a caer por unos malditos kg? Me paré en seco en el medio del pasillo. Ya no solo era eso. Todas mis amigas estaban más delgadas que yo y, aunque no me echaban nunca nada en cara, yo sabía que me despreciaban por mi gordura. ¿Y qué hay de los chicos? Nunca me había querido ninguno, seguramente porque ser gorda me apartaba de ellos. Era hora de cambiar, era hora de demostrarles a todos que yo también podía cambiar, podía ser más guapa, que a mi también me podía servir una talla 34. Me arrodillé frente al retrete y me metí los dedos en la boca. No iba a ser fácil, y desde luego iba a ser de lo más desagradable, pero sería recompensada por ello. Así es como empecé a vomitar, empecé a adelgazar y me empecé a sentir bien.
¿Pero sabéis cuál es la realidad? La única realidad metida en todas estas mentes enfermas es la de un prototipo de mujer que la sociedad de hoy en día ha ido generando. ¿Es así como queremos que sea la gente? Personas guapas y delgadas que carezcan de personalidad? ¡NO! Por supuesto que no, yo al menos quiero una sociedad en la que cada persona sea como sea, en la que no existan problemas de este tipo porque no haya nadie que critique a la gente por como es.
Menos criticar y más vida personal, que ya ha muerto demasiada gente por el qué decir.

martes, 6 de septiembre de 2011

La quiero mucho.

Cuando la conocí era un frío abril, tras meses de pasarlo mal, y ella me hizo olvidarlo todo con un solo abrazo.  Quiero volver a sentirla cerca de mí, volver a abrazarla, a decirle que la quiero. Porque para qué mentir, aunque solo la viera dos veces, es probablemente una de las mejores personas que pudieron entrar en mi vida y que no quiero que salga jamás de ella. Que me da igual que nos veamos pocas veces, porque lo que realmente importa es que esas veces lleguen al corazón. Sabe cosas de mí que nadie más sabe, porque en nadie más confío para contárselas. En fin, Silvia, que te quiero mucho, más de lo que quise a nadie en tan poco tiempo. Me encantas, me encanta poder confiar en ti para lo que sea, me encanta estar a tu lado y abrazarte y decirte que te quiero. Porque te quiero, y eso es algo que será para siempre.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Atrapada por la incapacidad de otro día nuevo

Las lágrimas caían lentamente como el rocío de la noche. Ella corría todo lo rápido que podía hacia un lugar alejado de la civilización. Escapar de todo lo que le podía hacer daño, eso era lo único que ella quería. Estaba en el medio del bosque y, aunque ya no había nadie, ella seguía sintiendo la necesidad de seguir corriendo. Quería ser más rápida que todos sus pensamientos para poder, de esa forma, quedarse en blanco completamente. En eso seguía ella pensando (en no pensar en nada) cuando tropezó con una rama y cayó rodando al suelo. Y allí se quedó, tirada en el suelo, con las lágrimas rodando por sus mejillas. Ahora se sentía en paz con ella misma, porque allí nadie podría verla. Sentía que debía liberarse, así que sacó del bolsillo una cajetilla de tabaco. La miró con indecisión, pues era algo que solo usaba en emergencias, cuando se sentía verdaderamente abatida por cualquier circunstancia. Pero ya no podía más, ya no, al menos eso pensaba mientras encendía el primer cigarrillo en varios meses. Y le sentó bien, se sentía feliz mientras estaba fumando. Podía ver el humo escapando de su boca y eso era algo que nunca le había desagradado. Se sentía un poco mejor por esos minutos de libertad. Poco a poco se fue levantando. Se sentía un poco mareada, pero sabía que se le pasaría enseguida. Ahora lo que ocupaba completamente su mente era el hecho de que se sentía liberada y que por nada del mundo debía volver a pensar en todo lo que le agobiaba. Tenía que llegar a casa sin soltar ni una sola lágrima más. Fue caminando despacio, porque de todas formas su casa quedaba cerca y así tendría tiempo de cambiar el aspecto un poco. Mientras andaba se fue dando cuenta de que, al fin y al cabo, ella era mucho más fuerte que todo aquello que pretendía debilitarla, y que no permitiría que nada más le hiciera llorar así.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Allí viene el sol.

El sol siempre aparece por mi ventana, iluminando mi habitación y haciendo que parezca que está en llamas. Ese encantador momento en el que me rindo a la belleza de mi cama. Qué bonito sería dormir y nunca jamás despertar. Me olvidaría de todos los problemas que me rondan constantemente en la cabeza. Podría decir adiós a las falsedades, a las paranoias, a todo en general. Y no sufrir más. No más dolor por la gente que al fin y al cabo no se preocupa por mí. No más quebraderos de cabeza.
A veces intento desconectar del mundo entero, dejar de pensar en toda esa gente que está sufriendo y llorando todos los días. Antes yo era así, antes de prometerme a mí misma que no lloraría por nadie que no lloraría por mi. Y que a partir de ese momento en el que no pude caer más bajo, prometí que me recuperaría y que sería cruel con toda aquella gente que era cruel con los demás.
Ahora no tengo miedo al futuro, no tengo miedo al pasado, no tengo miedo a la gente. Porque yo soy la única que puedo configurar mi destino, nadie más puede saber cómo me siento ni cómo debo actuar.

jueves, 1 de septiembre de 2011

El odio siempre mata, el amor nunca muere.

 Siempre viene a mí la misma escena. Me imagino que estamos los dos, solos, sentados en una roca al borde del mar. Una brisa suave que me ondea el pelo me provoca un escalofrío y entonces tú me abrazas. Las olas rompen con violencia contra las rocas situadas a nuestros pies, pero eso apenas nos importa. Me gusta mirar al horizonte, perderme en mis pensamientos mientras siento tu mano resbalar por mi espalda. Apoyo mi cabeza en tu hombro, extasiada por lo bonito del momento. Me gusta abrazarte, me gusta sentirte a mi lado, me gusta el simple hecho de estar contigo, mirarte en la distancia y sonreír. Me encanta la manera en la que tímidamente me coges de la mano al caminar... 
Me apartas de mis pensamientos cuando tu mano me acerca hacia ti. Te miro, me miras y no puedo evitar sonreír. Es tan perfecto ese momento... Acercas tus labios a los míos y me plantas un beso. Entonces me doy cuenta de que solo hay una cosa mejor que besar a alguien: besarte a ti.
No voy a mentir, ni a ti ni a nadie. Sé que probablemente nunca leas esto, pero no me importa. En este preciso instante necesito contarle a todo el mundo todo lo que significas para mí. Que estas dos semanas que he vivido a tu lado me han hecho comprender que lo vales, y mucho. Me hiciste ver que valgo mucho, y que contigo mucho más. Me has hecho quererte más de lo que pensaba. Y no me asusta pensar en el futuro, porque sé que tú seguirás a mi lado pase lo que pase. A pesar de que va a ser un invierno duro de mucho estudiar y que no nos veremos todos los días, no me importa, porque haré todo lo posible por verte aunque sea dos segundos.
En fin, que te quiero, aunque no sea capaz de decírtelo a la cara.

El incesto puede ser tentador...

 Compartiendo el cuarto y la cama, hermanito, ven aquí, acércate y tócame. Deslízate cerca de mí.
Delante de la cama un agujero negro, y dentro cae cada oveja. Ya soy mayor, pero las cuento porque no puedo concebir el sueño.
Bajo el ombligo, entre las ramas está esperando un sueño blanco. Hermanito, ven y sujétame, y sacúdeme las hojas del árbol.
Juega conmigo, dame tu mano y... Juega conmigo a un juego. Porque estamos solos en medio de esta noche, juega conmigo a un juego de padre madre niño.
Al hermano le duele la mano y se voltea de nuevo hacia la pared. Él me ayuda antes y ahora para que me pueda dormir.
Vater Mutter Kind.

Mejor amigo

 (Sí, te tenía que dedicar algo antes de que te fueras a Pontevedra).
Pues bien, yo a este individuo lo conocí en Julio del 2010, por esas casualidades del destino. Tú me agregaste al tuenti a pesar de que no nos conocíamos de nada, y ahora me siento feliz de haberte aceptado. No habríamos empezado a quedar si no fuera por Borja, que hizo que nuestra amistad se hiciera fuerte. Desde el primer día sentí que conectábamos perfectamente y que me entendías como nadie.
Los meses fueron pasando, y los problemas fueron creciendo. Y a cada problema tú estabas ahí, prestándome tu atención, haciéndome ver que valgo más de lo que creo, animándome siempre que me vengo abajo. Fue un invierno duro, tal vez más duro que los demás, y probablemente si tú no estuvieras aquí a mi lado no sería capaz de seguir adelante.
Siempre me apoyabas en mis decisiones, por estúpidas que fueran, y me ayudaste cuando todo me salía del revés. Sufrimos nuestros más y nuestros menos, nos hemos enfadado, nos hemos peleado, pero también nos reímos mucho juntos y yo te quiero más que a nada en este mundo.
Y quiero que sepas tú y todo el mundo que nunca jamás voy a dejar que te vayas de mi lado, porque aquí estás muy bien, y quiero volver a repetir todos los momentos y todos los días que nos quedan por vivir juntos.
Aun tenemos muchas cosas que echarle en cara a la Débora invisible, ver como nuestra Chevrolet pasa al Bachiller, fastidiarnos siempre que ella nos mande a paseo por llamarla Chevrolet, mucho que estudiar, mucho que pensar, muchos sábados por la noche en el parque de los indignados...
Creo que no tengo mucho más que escribir, porque el resto tú ya lo sabes. Que aunque en estos momentos lo estés pasando mal y sientas que no vales nada, quiero que te des cuenta de que no es así. Que estás rodeado de gente como yo, que te quiere y que te va a querer siempre, te pase lo que te pase. Nunca te vamos a abandonar, y menos yo, porque me diste la vida. Me ayudaste a ir por el camino correcto y siempre estás haciendo cosas por mi.
Gracias por ser tan tú :)