sábado, 30 de junio de 2012

Es tut so weh deiner Umarmung...

Es la garra de la muerte que me acaricia lentamente, que con su suave brisa hace que me estremezca. Es tan grande que todo lo puede, pero tan pequeña que se mete en cada hueco de tus entrañas para no dejarte respirar. ¿Es esto a lo que todos estamos destinados? ¿A que el amor de la muerte venga y nos lleve en un viaje del que nunca volveremos?
No quiero partir, se está demasiado frío allí. Apenas puedo sentir algo pero sé que está al acecho, sé que me está besando los labios, sé que me está abrazando con sus brazos de fuego, sé que me está matando lentamente y sin que yo me dé cuenta.
Sé que cuando sea consciente de que está tan cerca, yo ya no podré sentir lo que he perdido por no verlo.

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