viernes, 29 de julio de 2011

Realidad.

 ABRÍ los ojos y estaba a su lado. No me lo podía creer. Antes siempre lo había considerado un sueño. Lentamente le cogí de la mano, temblorosa por miedo a que se desvaneciera con el contacto de mi piel. Pero no, allí seguía, postrado en la cama. Era tan perfecto... Me detuve de nuevo a recorrer su cuerpo con la mirada. Definitivamente no era posible que él se fijara en mí. Yo era una chica normal, loca a mi manera, que desde el primer momento que le había visto se había enamorado de él, de un imposible. Y a él se lo debo todo. Todo en lo que me he convertido, lo que he dejado de ser. Abandonar mis malas costumbres, mi dejadez, mis manías, solo para gustarle un poco más. Y él no lo sabía, nadie se había fijado en que todo lo hice por gustarle a mi amor platónico. Y lo quiero por lo que es, ciertamente, pero también lo quiero por cambiarme, por hacerme progresar. Hoy estoy contenta de poder estar a su lado, pensando que será algo para siempre. Porque nuestro amor será leyenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario