Sé que llego con un día de retraso, así
que en primer lugar perdón, pero es que no se me pasaba nada por la cabeza
hasta que dio la medianoche. Porque la medianoche me recuerda a ti, a todo lo
que me haces sentir... Porque la medianoche es la hora en la que sueño que me
abrazas y que te duermes a mi lado, dándome calor en las noches del frío
invierno.
Y así, de repente, ya llevamos 3 meses
juntos. 92 días a tu lado, compartiendo recuerdos y sentimientos. 2208 horas en
las que no he sido capaz de pensar en otra cosa que no fuera tú, en tu sonrisa,
en tu manera de mirarme, en todo lo que pasamos juntos. Que nuestra historia es
complicada y un poco triste, es cierto, pero lo que es bueno se hace esperar y
lo importante es que ahora estamos juntos, que nos queremos y que estaremos así
hasta que la muerte nos separe. Y más allá...
Todo lo que sentí contigo a lo largo de
estos duros días no lo sentí jamás por nadie. Tú me proporcionas todo lo que
necesito, todo lo que estaba buscando de una persona. Mi alma gemela, mi media
naranja, como quieras llamarle. Eres la persona ideal para mí. Eres la persona
que hace que mi mundo tenga sentido, que me levante todas las mañanas con una
sonrisa en la cara pensando que te tengo y que, ante las desgracias, piense que
al menos estar contigo me quitará todos esos malos pensamientos y hará que sea
feliz de nuevo por unos instantes.
Y, ¿cómo me enamoré de ti? Pues aun no lo
sabría decir seguro... De repente estábamos allí, en aquellas rocas. El calor
del sol de los días de octubre y las olas golpeando suavemente la orilla.
Estábamos hablando tranquilamente y, sin quererlo, te besé. Nunca sabré por qué
lo hice, qué fue lo que me impulso a hacerlo, pero sentí la necesidad de volver
a notar el sabor de tus labios en los míos. Y entonces me di cuenta de que, a
la fuerza, tenía que sentir algo por ti, que sino no habría pasado nada.
Aquí estamos, con nuestros recuerdos
inolvidables, con nuestras miles de historias por contar, por nuestras listas
de cosas por hacer... Jamás olvidaré aquel día 10 de octubre que te volví a
besar, aquel 12 por la noche que te dije que no aguantaba más y aquel 13 que me
dijiste que me querías. El 30 de octubre cuando sentí el contacto de tu piel,
el 31 que fue Halloween, aquellas risas de camino a la playa... El primer mes,
que me cayó un rayo en el router... El segundo mes, que casi me caigo por las escaleras...
Y este tercer mes, que por suerte solo me duele un poco la cabeza y parecimos
cómplices de asesinato, pero comparado con caerse por las escaleras no es nada.
Que te
quiero. Te quiero mucho mucho mucho. Y cada día más. Que siempre tuve miedo de
enamorarme pero tú has conseguido que me quede tontamente loca por ti. Que
siempre viví en un mundo paralelo y aislado y tú te has acoplado a él,
haciéndome compañía. Que siempre he sido demasiado inocente y tú has hecho que
abra los ojos, que me diera cuenta de la realidad, de todo lo que había pasado.
Gracias
por destrozar mi mundo, porque eso nos sirvió para querernos ahora mucho más.
Porque no existe la pareja que no discute ni tuvo problemas nunca.
Porque
nosotros somos perfectamente perfectos el uno para el otro. Te quiero, niño de
debajo del puente, niño regaliz.
13/10/2011
- ºº
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