sábado, 21 de abril de 2012

Lieben

No es nada más que el leve suspiro del anhelo, pero sabes que estoy aquí. Siempre contigo, persiguiéndote como una sombra. Mi querida bailarina de ballet. Mi preciosa reliquia. ¡Quién pudiera guardarte en una cajita de cristal, a salvo de todas las maldades de este mundo! Mil cosas haría por no verte derramar una sola lágrima más. Cualquier cosa daría por verte sonreír, por alargar las horas de tu dicha, por volver a verte feliz. Y este amor, que se consume y me penetra en las venas, y sé que eres valiosa como estatua de oro, que nunca me fallarás. Siempre seré tu rosa roja, tu sol de amanecer, tu mejor canción, tu más adorado color. Y yo, yo siempre te amaré.

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