¿Dónde quedó todo el amor que me ibas a dar? ¿Y la vida que ibas a pasar a mi lado? Ya no quiero más historias, ni más cuentos, porque estoy cansada de tanta decepción y sufrimiento. Quiero sentarme en frente tuya y decirte que ya no siento nada más que un dolor que me corroe el alma, el que tú has ido metiendo día tras día en mi cuerpo. Y comernos a besos mientras nos destrozamos la vida. Y no sé si quiero seguir matándome por tu amor o comenzar a lamentarme por tu pérdida. Quiero estar contigo y sentir que te odio tanto como te amo, pero no quiero sufrir al respirar el mismo aire que tú respiras. Eres como la rosa llena de espinas que nunca querré soltar, aunque me duela, aunque me muera, no me soltaré de ti.
Aunque quiera separarme, sé que siempre seré tuya. Estábamos destinados a esto.
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