sábado, 12 de mayo de 2012

No soy perfecta ni nunca lo fui. Tengo más defectos que virtudes y eso es algo que no cambiará con el tiempo. Mucha gente cree que debo ser una de las peores personas de este mundo.
Soy imperfecta, pero nunca os habéis parado a intentar conocerme. No tengo muchas cualidades pero sí las suficientes como para tratar a una persona como se merece. Si esa persona vale la pena, sabré escucharla, entenderla, apoyarla, abrazarla, quererla, y permitiré que sea lo que quiera ser en mi vida. Y si esa persona no merece la pena, pues lo siento por ella, porque soy una irrespetuosa. Si no me respetan, yo no me voy a molestar en respetar. Y vale, no es ser la persona más correcta del mundo, tampoco yo soy una joya de persona y se me puede fastidiar por cualquier lado. Tengo pocos amigos y por algo será, poca gente que me quiera y eso dice mucho de mi forma de ser... Pero os aseguro que ninguna de las personas con las que estoy a menudo, a las que quiero y ayudo en todo lo que sea, pueden decir que soy una mala persona, una egoísta ni nada por el estilo.
Y más vale eso que tener un montón de amigos que tampoco te tienen mucha consideración, que te quieren por conveniencia y que se olvidan de ti al cabo de unos días. Más vale pájaro en mano que ciento volando, ¿no? Pues que os den a los que tanto me criticáis.

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