martes, 6 de septiembre de 2011

La quiero mucho.

Cuando la conocí era un frío abril, tras meses de pasarlo mal, y ella me hizo olvidarlo todo con un solo abrazo.  Quiero volver a sentirla cerca de mí, volver a abrazarla, a decirle que la quiero. Porque para qué mentir, aunque solo la viera dos veces, es probablemente una de las mejores personas que pudieron entrar en mi vida y que no quiero que salga jamás de ella. Que me da igual que nos veamos pocas veces, porque lo que realmente importa es que esas veces lleguen al corazón. Sabe cosas de mí que nadie más sabe, porque en nadie más confío para contárselas. En fin, Silvia, que te quiero mucho, más de lo que quise a nadie en tan poco tiempo. Me encantas, me encanta poder confiar en ti para lo que sea, me encanta estar a tu lado y abrazarte y decirte que te quiero. Porque te quiero, y eso es algo que será para siempre.

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