lunes, 30 de enero de 2012

Querida rosa negra:

Hola vieja amiga, hace tiempo que no regresaba a tu aroma perdido. Cuanto amor demostraste en un pasado más feliz. Mira en qué te has convertido... Qué mustia y triste te has vuelto desde que te han hecho olvidar lo que es la alegría y el cariño. Cuántos recuerdos agradables te fueron arrancados, cuántas espinas te fueron creciendo a la vez que te arrancaban la vida. 
Supongo que ya estarías cansada de luchar, esta vida es tan dura que a veces es mucho mejor quedarse en el suelo y en la oscuridad y observar desde allí al mundo. Todo es mucho más tranquilo cuando no quieres escuchar. Todo es más pacífico cuando te niegas a ver la realidad. Todo es mejor cuando te ves cada día en el espejo y te engañas pensando que ves algo vivo. Pero, rosita mía, no dejarás de ser lo que eres NUNCA. Siempre serás la soledad, la tristeza, la oscuridad, la maldad. Serás la mala de este cuento, a la que nadie querrá, la odiada por todos. No te mientas a ti misma pensando que eres una simple rosa roja, rosa, blanca, amarilla, como las demás. NO eres alegría, NO eres vida.
Tú siempre serás muerte...
Und der Tod ist angenehm...

No hay comentarios:

Publicar un comentario