domingo, 30 de diciembre de 2012

14

Tengo tanto que agradecerte que me faltan las palabras para decir todo lo que te debo. Gracias por hacerme sonreír día tras día. Por conseguir que sea feliz, por darme un motivo para levantarme y acostarme contenta y con ganas de vivir. Gracias por esas caricias que me hacen sentir especial y por esas palabras que hacen que me sienta bien conmigo misma. Gracias por abrazarme, por comerme el pelo, por estar siempre a mi lado, por apoyarme en todo lo que hago y por pasar todo el tiempo que puedes conmigo. Por hacerme el amor como solo tú sabes, por quererme. Simplemente por ser tú.
Gracias por hacer que mi vida cambiara de un día a otro, de la noche a la mañana. Has pasado de ser solo un amigo a ocuparlo todo en mi vida; de ser un corazón roto a ser capaz de restaurarlo; de tener un alma oscura a encontrar la luz que me guíe.
Y te quiero, te quiero mucho. Te quiero desde antes de que tú me dijeras por primera vez que me querías. Te quiero desde hace tiempo y ni siquiera lo sabía. No me podía hacer ni una idea de que llegarías a significar tanto para mí.
Nosotros, que somos poca cosa. Que solo somos dos niños intentando jugar a enamorarnos. Pero hoy, aunque esto tal vez no sea para siempre, puedo decir que estoy orgullosa de haberte conocido y de haberme enamorado de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario